27/7/08

El Sí-mismo


LA NOCHE OSCURA


En una noche oscura,

con ansias en amores inflamada,

¡oh dichosa ventura!

salí sin ser notada,

estando ya mi casa sosegada.


A oscuras y segura,

por la secreta escala disfrazada,

¡oh dichosa ventura!

a oscuras y en celada,

estando ya mi casa sosegada.


En la noche dichosa,

en secreto, que nadie me veía,

ni yo miraba cosa,

sin otra luz ni guía

sino la que en el corazón ardía.


Aquésta me guïaba

más cierta que la luz del mediodía,

adonde me esperaba

quien yo bien me sabía,

en parte donde nadie parecía.


¡Oh noche que guiaste!,

¡Oh noche amable más que el alborada!,

¡Oh noche que juntaste

Amado con amada,

amada en el Amado transformada!


En mi pecho florido,

que entero para él solo se guardaba,

allí quedó dormido,

y yo le regalaba,

y el ventalle de cedros aire daba.


El aire de la almena,

cuando yo sus cabellos esparcía,

con su mano serena

en mi cuello hería,

y todos mis sentidos suspendía.


Quedéme y olvidéme,

el rostro recliné sobre el Amado,

cesó todo, y dejéme,

dejando mi cuidado

entre las azucenas olvidado.


San Juan de la Cruz