11/8/08

El Matrimonio Arnolfini. Jan Van Eyck


El Matrimonio Arnolfini es un cuadro muy bello , lleno de elementos simbólicos. Se creyó inicialmente que el marido era Giovanni Arnolfini , casado con Giovanna Cenami, sin embargo, el gesto del marido al tomar la mano de su esposa contradice la hipótesis : Ese gesto implica superioridad social ante una mujer , que de ser Giovanna resultaría del todo innecesario, al pertenecer ella a un estatus superior a la de su esposo. Por esa razón, algunos investigadores se decantan por considerar que pueda tratarse del retrato de su hermano Michele Arnolfini , que desposó a una tal Elizabeth de familia desconocida, por lo que su gesto sería el de protegerla e introducirla en un nivel social superior al de su cuna. Otro enigma nos lo proporciona la inscripción de Van Eyck en el muro del fondo, en bellísimos caracteres góticos entrelazados. La inscripción no dice que Van Eyck pintara el cuadro, sino que "Jan van Eyck estuvo aquí". Es una extraña declaración, que se explica si pensamos que Van Eyck era amigo de los Arnolfini y que probablemente actuara de padrino o testigo de la boda. A esta solución apunta también el espejo del muro, que refleja a dos asistentes al enlace, uno de los cuales parece un pintor (el que está vestido de azul. Los hermanos van Eyck representados en el espejo son los testigos de la boda ). La minuciosidad de Van Eyck permite identificar no sólo las figuras reflejadas, sino también los adornos del espejo: Diez escenas con la Pasión y muerte de Jesucristo representando la unión religiosa añadida a la civil. Otros elementos simbólicos que han llenado el cuadro de conjeturas aparecen en la estancia como simples objetos dispersos por la habitación: El marido levanta su mano derecha representando con este gesto un juramento sagrado, los contrayentes están descalzos lo que indica que la pareja está pisando un suelo santo y se han descalzado, el lecho es símbolo de la unión matrimonial y su color rojo símbolo de la pasión, el rosario de cristal era un regalo habitual del novio a la futura esposa; el cristal es símbolo de pureza y el rosario indica la obligación de ser devotos , el perrillo a los pies de los esposos que indica fidelidad conyugal, la escobilla que cuelga del respaldo de la silla puede ser Santa Marta, patrona del hogar, la lámpara con una sola vela encendida que simboliza el matrimonio en términos espirituales y la vela de boda, que se encendía como expresión del deseo de felicidad y descendencia para los esposos, asi como también la esculturita de Santa Margarita, patrona de las mujeres cuando van a dar a luz, reflejada en el pomo de la cama, los zuecos del marido que están cerca de la salida indicando sus actividades fuera del hogar y los de la mujer junto a la silla, en el interior del hogar... y un largo etcétera. Casi todos los elementos que aparecen tienen algo que ver simbólicamente con la escena, pero Van Eyck los pinta como accesorios del decorado de la habitación. Respecto a la esposa, señalaremos la curiosa moda femenina que las damas llevaban: se rapaban la frente y se adornaban con una toca en forma de cuernos (tal y como veremos en el retrato de Margarita van Eyck). El vestido de moda provocaba una deformación en la anatomía de la mujer que hizo pensar que la desposada estaba embarazada. Sólo tenemos que comparar a esta muchacha vestida con la Eva del Políptico de Gante para comprobar que se trata de una deformación estética deliberada: mediante un corpiño muy ajustado se estrechaba el pecho de la mujer, elevándolo y creando un abombamiento de vientre y caderas. Casi todas las damas retratadas por Van Eyck visten de esta manera, como sus Vírgenes o su propia esposa.