21/8/08

ANHELO DE UNIDAD


"Que no, mi Dios, no; no más confianza en cosa que yo pueda querer para mí. Quered Vos de mí lo que quisiereis querer, que eso quiero, pues está todo mi bien en contentaros. Y si Vos, Dios mío, quisiereis contentarme a mí, cumpliendo todo lo que pide mi deseo, veo que iría perdida.
¡Qué miserable es la sabiduría de los mortales e incierta su providencia! Proveed Vos por la vuestra los medios necesarios, para que mi alma os sirva más a vuestro gusto que al suyo. No me castiguéis en darme lo que yo quiero o deseo, si vuestro amor (que en mí viva siempre) no lo deseare. Muera ya este yo, y viva en mí otro que es más que yo y para mí mejor que yo, para que yo le pueda servir. Él viva y me dé vida; Él reine, y sea yo cautiva, que no quiere mi alma otra libertad…
Dichosos los que con fuertes grillos y cadenas de los beneficios de la misericordia de Dios se vieren presos e inhabilitados para ser poderosos para soltarse. “Fuerte es como la muerte el amor, y duro como el infierno”. ¿Oh, quién se viese ya muerto de sus manos y arrojado en este divino infierno, de donde ya no se esperase poder salir, o por mejor decir, no se temiese verse fuera!"

Teresa de Cepeda y Ahumada ( fragmento. "Exclamaciones")