5/8/08


"Es cierto que quien mira en el espejo del agua, ve ante todo su propia imagen. El que va hacia sí mismo corre el riesgo de encontrarse consigo mismo. El espejo no favorece, muestra con fidelidad la figura que en él se mira, nos hace ver ese rostro que nunca mostramos al mundo, porque lo cubrimos con la persona, la máscara del actor. Pero el espejo está detrás de la máscara y muestra el verdadero rostro. Esa es la primera prueba de coraje en el camino interior; una prueba que basta para asustar a la mayoría, pues el encuentro consigo mismo es una de las cosas más desagradables y el hombre lo evita en tanto puede proyectar todo lo negativo sobre su mundo circundante. Si uno está en situación de ver su propia sombra y soporta saber que la tiene, sólo se ha cumplido una pequeña parte de la tarea: al menos se ha transcendido el inconsciente personal. Pero la sombra es una parte viviente de la personalidad y quiere vivir de alguna forma. No es posible rechazarla ni esquivarla de modo inofensivo. Este problema es extraordinariamente grave, pues no sólo pone en juego al hombre en su totalidad , sino que también le recuerda al mismo tiempo su desamparo y su impotencia. A las naturalezas fuertes - ¿o hay que decir más bien débiles? - no les gusta esta alusión y se fabrican entonces algún lugar más allá del bien y del mal, cortando así el nudo gordiano en lugar de deshacerlo. Pero tarde o temprano la cuenta deberá ser saldada". C.G.Jung